Juan Carlos I llevó a Suiza, siendo jefe de Estado, un maletín con 1,7 millones de euros, dados por el sultán de Baréin, según su gestor de fondos.
Europa Press, 1 de mayo de 2020.
Y un escarnio para Quintero, León y Quiroga, autores del
nauseabundo “Romance de la reina Mercedes”.
–-DÓNDE vas, primer Juan Carlos,
dónde vas tan malandrín.
–Voy a Suiza de tapado
a entregar un maletín.
–Quiénes son los guardaespaldas
que caminan tras de ti.
–Van cuatro banqueros fieles
por las calles de Madrid.
–Y qué llevas tan secreto
que no se puede decir.
–Llevo un milloncejo de euros
que ayer tarde recibí.
–Quién te dio tanto dinero,
cómo lo ganaste, di.
–Es un secreto de Estado,
nadie lo debe advertir.
–Si es secreto será sucio,
no lo debiste admitir.
–El dinero siempre es limpio,
y hasta tiene pedigrí.
–Pero depende de cómo
uno lo vaya a invertir.
–Cualquier inversión es buena,
eso me parece a mí.
–Nadie da tanto por nada,
tuviste que delinquir.
–Los reyes no delinquimos,
eso no puede ocurrir.
–Pues resulta sospechoso
que logres tanto reunir.
–Es que doy muchas mercedes,
soy mercedario civil.
–Los moros no hacen regalos,
quieren personal servil.
–Yo con mis muchas mercedes
les vendo un ferrocarril.
–Tienes dinero de sobra
para un honrado vivir.
–Ningún rey fue nunca honrado,
yo para reinar nací.
–Hay cárceles en Ginebra,
te van a encerrar allí.
–Antes se detendrá el mundo
que me encarcelen a mí.
–Si hay Justicia para todos,
en una te has de pudrir.
–Esa amenaza imposible
sólo me incita a reír.
–Eso pensaba tu abuelo,
y a Roma se fue a morir.
–Eran otros españoles,
éstos de hoy son de serrín.
–En eso estamos de acuerdo,
no lo voy a discutir.
Arturo del Villar, poeta republicano.
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