Nicaragua rebelde julio 1979

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Han pasado 40 años desde con emoción veíamos las imágenes de los guerrilleros del FSLN entrando en Managua en medio del entusiasmo popular. Cantábamos con Carlos Mejía Godoy aquellas estrofas:

Yo soy de un pueblo pequeño, pequeño como un gorrión

con medio siglo de sueños, de verguenza y de Valor.

Yo soy de un pueblo reciente, pero antiguo su dolor

analfabeta mi gente, medio siglo en rebelión

Soy del pueblo de Sandino y Benjamin Zeledon

Yo soy de un pueblo sencillo, fraterno y amigo

que siembra y defiende……su revolución…..

Cuarenta años después, la historia reciente de Nicaragua muestra luces y sombras, pero todo ello forma parte de una larga lucha por la liberación que en Nicaragua se enfrentó durante décadas a la intervención de EEUU.

Dedicaremos tres semanas a trazar de forma somera la historia de la lucha por la liberación de Nicaragua, que hunde sus raíces en los comienzos del siglo XX.

La historia de Nicaragua no se comprende sin la existencia de una oligarquía que domina en nombre de las grandes corporaciones norteamericanas que defienden sus intereses con intervenciones militares repetidas, igual que en Guatemala o el resto de la América Central.

El presidente William Taft (1909-1913) continuó el “gran garrote”, política de su predecesor, Theodore Roosevelt, (“América para los americanos”) como una extensión de la Doctrina Monroe de 1823.

En Nicaragua, José Santos Zelaya del partido liberal, era presidente desde 1893. Había logrado desembarazarse de los ingleses en la costa atlántica y trató de interesar a los japoneses para que construyeran un canal interoceánico. Los EEUU consideraron esta actitud como una afrenta y armaron a los conservadores que se sublevaron contra Zelaya desembarcando en Bluefields. Este renunció al igual que su sucesor, José Madriz. La presidencia recayó entonces en Adolfo Díaz, un ex empleado de la compañía minera yanqui LOS ANGELES MINNING COMPANY.

El Senador estadounidense Burton K. Wheeler escribió en una carta al Presidente Calvin Coolidge, refiriéndose a Adolfo Díaz, lo siguiente:

“Ningún gobierno que se respete podría honradamente reconocer a un hombre tan subordinado a un poder extranjero”. El lenguaje de Díaz respira traición a su propio pueblo.

Sin embargo, una revuelta dirigida por los liberales estalló en 1912 y el presidente Taft envió con toda presteza a 1 700 marines para proteger al presidente Díaz. Las tropas yanquis permanecerán en Nicaragua hasta 1933.

Estos años se crea la tristemente famosa GUARDIA NACIONAL, que es sucesora inmediata de la llamada “Constabulary”, que fuera creada y dirigida por los marines estadounidenses durante la segunda intervención militar de los Estados Unidos en Nicaragua. Ésta se inició en 1926 y finalizó en 1933 con el retiro de las últimas tropas de la Infantería de Marina de Estados Unidos debido a la resistencia del General Augusto C. Sandino y su Ejército Defensor de la Soberanía Nacional. Para hacer frente a la oposición interna y la imposición de sus intereses y aliados en el país (principalmente a la liderada por Sandino), la Guardia Nacional fue “entregada” poco a poco a dirigentes nicaragüenses hasta su constitución oficial con la salida de las tropas norteamericanas en 1933.

El primer gran jefe de la Guardia Nacional fue el General Anastasio Somoza García, quien fuera Presidente de la Nación en dos ocasiones y utilizara su posición para ordenar el asesinato del General Sandino.

CAPÍTULO II

Finalizábamos el capítulo I en 1933, cuando el ejército de hombres libres de Sandino logra la retirada de las tropas de Estados Unidos.

Aparecía ya en la historia de Nicaragua un triste apellido, Somoza, Jefe de la recién creada Guardia Nacional, y más tarde iniciador de una saga de Somozas que dominan Nicaragua hasta la victoria en 1979 del FSLN.

Hoy vamos a dedicar la efemérides a recordar la figura de Sandino.

Augusto Nicolás Calderón Sandino, nació el 18 de mayo de 1895 en Niquinohomo, departamento de Masaya. Su madre, Margarita Calderón, era una humilde campesina, que se ganaba la vida como doméstica y obrera agrícola. Gregorio Sandino, su padre, fue un mediano propietario y productor agrícola,

En su adolescencia, fue testigo de la primera gran intervención militar del imperialismo yanqui en su tierra, que culminó con el asesinato del general Benjamín Zeledón, el 4 de octubre de 1912. Sandino quedó muy impresionado con la imagen del patriota.

Sandino  se va a Méjico y allí se vincula con líderes sindicales, obreros, militantes socialistas, anarquistas y masones. Conoce  las luchas sindicales,  la agresión yanqui contra México por el control de los yacimientos petroleros,  la Revolución Mexicana y  las luchas de la clase trabajadora.

En agosto de 1925, luego de 13 años de ocupación, Estados Unidos retira sus tropas de Nicaragua. Sin embargo, permanecen los instructores de la Constabulary, antecesora de la Guardia Nacional. En octubre, ocurre el golpe militar del general Emiliano Chamorro.

En el mes de mayo del año 1926, hay un alzamiento liberal contra Chamorro. Las tropas norteamericanas desembarcan en Bluefields. Al enterarse del inicio de la Guerra Constitucionalista, Sandino parte rumbo a Nicaragua y el 26 de octubre de 1926, con algunos trabajadores de la mina San Albino se alza en armas y se incorpora a la causa constitucionalista.

El 2 de noviembre, en El Jícaro, durante su primer enfrentamiento contra las tropas conservadoras, sufre su primera derrota.

El 24 de diciembre, tropas norteamericanas desembarcan en Puerto Cabezas.

Sandino no se rinde y el 12 de mayo de 1927, en una circular dirigida a las autoridades locales de todos los departamentos anuncia su firme determinación de continuar la lucha hasta que sean retiradas las tropas norteamericanas de ocupación.

El 22 de junio de 1928 el dirigente comunista salvadoreño Farabundo Martí se incorpora a las filas del sandinismo.

Combatientes internacionalistas acudieron al llamado de la lucha antiimperialista de Nicaragua; intelectuales, estudiantes y obreros llegaban de distintos puntos de América Latina hasta Las Segovias a prestar servicio militar; los hubo de México, El Salvador, Guatemala, Costa Rica, República Dominicana, Venezuela, Colombia, Honduras

El 1 de enero de 1933, triunfa la causa sandinista al retirarse los invasores norteamericanos de Nicaragua. Sacasa asume la presidencia y el «general» Anastasio Somoza García la jefatura de la Guardia Nacional. Sandino viaja a Managua en febrero y firma un tratado de paz.

El 21 de febrero de 1934, al bajar la loma de Tiscapa, luego de una cena con Sacasa, es capturado y posteriormente asesinado junto a los generales Francisco Estrada y Juan Pablo Umanzor por orden de Somoza García. Poco antes, su hermano Sócrates había corrido la misma suerte. El coronel Santos López, quien participará posteriormente en la fundación del Frente Sandinista de Liberación Nacional, logra escapar.

El 23 de agosto de 1934, el Congreso decreta una amnistía para todos los crímenes cometidos por la Guardia Nacional.

Creyeron que asesinando a Sandino morían sus ideas. Pero se equivocaban, su ejemplo y su figura pervivirán en el FSLN.

CAPÍTULO III

Retomamos la historia de Nicaragua desde el asesinato de Sandino en 1934.

A partir de ese momento Somoza aprovechó el apoyo Norteamericano y de la Guardia Nacional para establecer una dictadura familiar que duró cuarenta y dos años, mediante la corrupción y el clientelismo político, fraudes electorales y represión de la oposición.

El presidente Roosevelt concentrado en resolver los problemas internos causados por la Gran Depresión, decidió aceptar los nuevos regímenes militares en Centroamérica y el Caribe siempre que conservaran el orden público, protegieran la vida y propiedades de los empresarios norteamericanos, y procuraran mantener, al menos una apariencia de legitimidad

Gracias a esta estrategia se logró establecer en Cuba un gobierno leal a los EEUU bajo el mando de Fulgencio Batista, en República Dominicana Rafael Leónidas Trujillo y en Nicaragua Somoza.

Anastasio Somoza centralizó el poder, sustituyendo los tradicionales concejos municipales por juntas de vecinos leales al Partido Liberal Nacionalista, fortaleció el poder económico del partido gracias al ingreso del cinco por ciento del salario de todos los empleados públicos. Como resultado disponía de suficientes fondos para crear una amplia clientela, comprando lealtades políticas.

Somoza García gustaba jactarse de la eficacia de una fórmula política de su propia autoría; su lema era “plata para los amigos, plomo para los enemigos”.

Somoza ideó estrategias para mantener la lealtad de la Guardia Nacional, duplicando el salario de los soldados rasos y aumentando en un 30 % el salario de los oficiales así como privilegios que iban desde préstamos bancarios hasta el control de negocios ilícitos (juegos de azar, la prostitución y contrabando).

Somoza García se había asegurado el traspaso del poder a sus hijos, Luis y Anastasio Somoza Debayle. El mayor Controlaba el congreso y su hermano era jefe de la guardia nacional y comandante de la fuerza aérea.

El primero asumió la dirección del gobierno, mientras el segundo se encargaba de capturar a miles de opositores y supervisar las terribles sesiones de tortura que fueron sometidos numerosos líderes cívicos.

Ante el crecimiento de la oposición, Somoza suprimió las elecciones de 1941 y reformó la Constitución, estableciendo la ampliación su mandato y la posibilidad de continuar en el gobierno del país.

Anastasio Somoza, apodado “Tacho”, fue asesinado en 1956. Lo sucedió en el gobierno, también mediante elecciones fraudulentas, su hijo Luis Somoza. Éste nombró a su hermano menor llamado Anastasio, al frente de la temida Guardia Nacional.

Luego del asesinato de su padre Anastasio Somoza García, el Papa Pío XII envió su bendición a la viuda Salvadora Debayle. El Cardenal de Nueva York, mientras Francis Joseph Cardinal Spellman envió un comunicado al hijo mayor del General, Luis Anastasio Somoza Debayle diciéndole: “Estoy seguro que su padre hubiera estado muy complacido de saber que usted será su sucesor”.

Basada principalmente en el latifundio agrícola, la economía nicaragüense se orientó a la producción de algunas pocas materias primas para el mercado mundial (café, azúcar y frutas). A partir de la década del 50, se desarrolló el cultivo del algodón y aumentaron las exportaciones. Este cultivo constituyó el área más tecnificada de la economía y la producción quedó concentrada en unos pocos propietarios, incluidos los Somoza, que se expandieron desalojando de sus tierras a millares de campesinos pobres, los que fueron convertidos en mano de obra barata.

A cambio de jornadas de más de quince horas de trabajo, los obreros recibían como salario bonos, que sólo podían ser canjeados en tiendas pertenecientes a las mismas empresas. En los latifundios también se encontraban los galpones donde vivían los trabajadores, los que carecían de luz y de agua.

En los primeros veinte años de gobierno, la familia Somoza se había convertido en la principal propietaria de tierras de todo el país.

Entre 1967 y 1972, gobiernan hombres de paja de los Somoza, y en 1972 asumió la presidencia Anastasio Somoza hijo. Durante su gobierno, la situación económica se deterioró enormemente, el desempleo llegó al 40% y el analfabetismo afectaba al 60 de los nicaragüenses. Por otra parte, la corrupción y el enriquecimiento de los allegados a Somoza, con el dinero de la ayuda internacional a las víctimas del terremoto que destruyó la ciudad de Managua en 1970 desprestigió aún más al gobierno.

CAPÍTULO IV

El Frente Sandinista de Liberación Nacional se funda en el año de 1961 como una organización político-militar, teniendo como ejemplo político principal la lucha de Sandino en defensa de la soberanía del país frente a la invasión de las tropas de los Estados Unidos. Su objetivo principal es el derrocamiento de la dictadura somocista a través de la lucha armada para lograr la toma del poder político, la democratización y el progreso de Nicaragua.

La primera acción guerrillera se realiza en una profunda zona montañosa del norte de Nicaragua, en el departamento de Jinotega, en las áreas fronterizas con Honduras. Para sofocar esta incipiente guerrilla, la guardia nacional de Somoza coordina acciones con la guardia de Honduras y ambas atacan y derrotan al grupo guerrillero sandinista, muriendo en esta acción una parte importante de los fundadores del FSLN.

Luego de esta primer derrota, el Frente Sandinista se reestructura, se fortalece, realiza nuevas acciones organizativas en la ciudad y en las montañas, organiza a los jóvenes estudiantes de secundaria y de la universidad, a sectores obreros importantes, a núcleos de pequeños campesinos de las montañas de Matagalpa y Jinotega, a intelectuales e incluso a algunos grandes propietarios; funda el Frente Estudiantil Revolucionario, una organización intermedia que trabaja en secundaria y en la universidad y que se constituyó en la punta de lanza para organizar a los estudiantes y a los pobladores urbanos.

Después de varias acciones de recuperaciones bancarias y de enfrentamientos urbanos en 1970 y luego de una masiva captura que logró la guardia somocista entre colabores y militantes clandestinos del Frente Sandinista, la dirección de la organización decide pasar a lo que denominó una etapa de acumulación de fuerzas en silencio.

ETAPA DE ACUMULACIÓN DE FUERZAS

La etapa de acumulación de fuerzas en silencio consistía en no reivindicar ninguna acción política o militar de parte del Frente Sandinista y dedicarse fundamentalmente a fortalecer la organización del mismo con el propósito de prepararlo para poder realizar una acción sostenida y definitiva contra la dictadura imperante.

Esta etapa el Frente Sandinista duró del año 70 al año 74, en diciembre de 1974 la acumulación de fuerzas en silencio llega a su final con importantes acciones militares que serán el principio del fin de la dictadura somocista en julio de 1979.

El año 75 y 76 fueron años de duros combates tanto en el campo, en la ciudad y en la montaña; se impuso el estado de sitio, se desató una represión feroz y miles de nicaragüenses fueron a la cárcel; otros tantos ingresaron al Frente Sandinista como cuadros clandestinos o como colaboradores.

También en el 76 fue el año del inicio de la división del Frente Sandinista de Liberación Nacional, asunto que se recrudeció en los dos años siguientes, dando como resultado el nacimiento de tres tendencias, con la característica que todas se denominaban FSLN: el FSLN Proletario, el FSLN Guerra Popular Prolongada y el FSLN Insurreccional. Las diferencias eran por razones tácticas y organizativas; es decir, qué sectores priorizar por la organización y qué métodos de lucha privilegiar en el enfrentamiento armado contra la dictadura.

En Noviembre del 76, muere en combate el fundador y líder máximo del FSLN, Carlos Fonseca.

LA OFENSIVA DE OCTUBRE

En Octubre de 1977, el FSLN insurreccional lanza lo que se denominó la ofensiva de Octubre,

La ofensiva de Octubre llevó la guerra a las ciudades, que hasta ese momento se había librado principalmente en campos y montañas, demostró la vulnerabilidad militar del somocismo y creó las condiciones subjetivas para acciones insurreccionales.

En enero del 78 la dictadura asesina a Pedro Joaquín Chamorro, miembro de la burguesía opuesta a a Somoza, lo que produce protestas masivas en Managua.

En agosto de 1978 se produce la toma del Palacio Nacional por un comando del FSLN insurreccional que toma de rehenes a los diputados y senadores y a decenas de gente más que se encontraban en el lugar y que consigue la liberación de decenas de prisioneros sandinistas, dinero en efectivo para sufragar la lucha y la divulgación de proclamas de la organización que llaman a insurreccionarse y a darle el golpe final a la dictadura.

INSURRECCIÓN DE LOS DEPARTAMENTOS

En septiembre del 78 el pueblo nicaragüense dirigido por el FSLN se levanta en los departamentos de León, Matagalpa, Chinandega, Estelí, Masaya y Managua; es decir, en más del 50% del total de la población nicaragüense. Los sandinistas combaten con fusiles  y revólveres  contra una guardia nacional bien armada y dotada de tanquetas, helicópteros y aviones que bombardean de forma inmisericorde las ciudades insurreccionadas, de forma que al cabo de 20 días obligan a las tropas insurrectas a abandonar las ciudades y replegarse a campos y montañas.

La dictadura somocista expulsa a los combatientes de las ciudades principales, pero éstos se repliegan con el doble de combatientes con que habían empezado, de tal modo que se da una integración masiva a la lucha contra la dictadura somocista.

A partir de esta primer insurrección suceden dos fenómenos importantes: El primero es que las divisiones internas empiezan a superarse y los dirigentes de cada tendencia sandinista buscan la forma de comunicarse entre sí, hacer acciones comunes y trabajar un proyecto de unidad del FSLN y, la segunda, es que diversos países latinoamericanos como Costa Rica, Panamá, Venezuela y México se pronuncian a favor de la lucha libertaria del pueblo de Nicaragua y propician en los organismos internacionales el aislamiento del régimen somocista.

1979, AÑO CLAVE

El año de 1979 es un año de avances en la lucha de liberación, en marzo de ese año los dirigentes de las tres tendencias del FSLN firman el acuerdo de unidad del Frente Sandinista y deciden impulsar la batalla final contra la dictadura en el mes de julio del 79.

En Abril del 79 se da la segunda insurrección de Estelí.

En junio del 79 se hace el llamado a la ofensiva final convocando a todos los frentes militares a combatir a la guardia de Somoza y a converger todas las fuerzas sobre la capital Managua ; a la misma vez, se llama a toda la población nicaragüense a una huelga general que permita involucrar a todos los nicaragüenses en la batalla contra la dictadura militar somocista..

Somoza responde con todas sus fuerzas bombardeando y atacando a todas las ciudades, pero sus días están contados y no es posible detener el avance de las fuerzas libertarias que en los primeros quince días del mes de julio van liberando de forma progresiva todas las cabeceras departamentales más importantes hasta que entran triunfantes el 19 de julio de 1979 a la capital Managua.

Una vez tomado el poder el Frente Sandinista inicia una serie de transformaciones profundas en el país, empezando por expropiar los bienes de la familia Somoza y de sus allegados; por impulsar una reforma agraria integral; nacionalizando las minas, la pesca y los recursos naturales; impulsando la Cruzada Nacional de Alfabetización que redujo el analfabetismo del 53 al 12%; impulsando campañas de salud y limpieza; educación para todos, acceso a la universidad de todos los sectores y creación de condiciones para el desarrollo de la niñez, de la juventud, de las mujeres, de los campesinos y de los trabajadores.

La expropiación de los bienes de las compañías transnacionales y de algunos sectores de la oligarquía, y la solidaridad internacional manifestada por la Revolución Popular Sandinista , trajo como consecuencia la ofensiva militar de los Estados Unidos contra la revolución que empezó minando puertos, bombardeando unidades productivas, dinamitando puentes y torres eléctricas y continuó durante diez años con lo que la administración Reagan llamó “una guerra de baja intensidad”.

LOS 50 MIL MUERTOS DE LA GUERRA

Esta guerra le costó al pueblo de Nicaragua cerca de 50 mil muertos, la destrucción de gran parte de su infraestructura, de sus unidades productivas y la obstaculización del desarrollo que estratégicamente la revolución quería impulsar.

NICARAGUA, REPÚBLICA DOMINICANA, EL SALVADOR, GUATEMALA,, CUBA y más tarde VENEZUELA son ejemplos del carácter imperialista de la política de EEUU en América.

Sufrirán derrotas, pero la lucha continúa.

Javier de Miguel Sáenz

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