España más en la OTAN que nunca

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Desde que el presidente presuntamente socialista Felipe González faltó cínicamente a su promesa de sacar al reino de España de la Organización Terrorista del Atlántico Norte (OTAN), al servicio de los Estados Bandidos de América del Norte, y tuvo el inmenso descaro de organizar un nefando referéndum para colocar al reino en primera línea de los países terroristas, y además de hacer secretario general del organismo a uno de los suyos tan falso como él, no se había producido una sumisión tan vergonzosa del reino a los intereses belicistas de la Organización y sus amos gringos como la que hemos sufrido esta semana de febrero.

El martes día 21 se reunió en Bruselas el secretario general de la Organización Terrorista, Jens Stoltenberg, con su lacayo el español Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Política Exterior, y con el ministro de Asuntos Exteriores de la belicosa Ucrania, Dimitro Kuleba, quienes se retrataron con las seis manos unidas ante las agencias internacionales de Prensa, en demostración de unidad de criterios. Y en efecto, acordaron acelerar la producción militar de Europa, con el fin de entregar más armas y municiones a Ucrania para que intensifique sus actividades belicistas  contra la Federación de Rusia.

El jueves día 23 el actual presidente sociata del Gobierno que padecemos, el Perico Sánchez, el que firma tesis doctorales y libros que le escriben sus edecanes servilones, viajó a Ucrania para entrevistarse con su presidente Zelenski, quien lo recibió como un invitado de segunda categoría, pese a que le prometió el envío de diez tanques Leopard. Bien es verdad que son chatarra y no merecen más agradecimiento. En una rueda de Prensa declaró con ese tono enfático habitual en él, que “España estará junto a Ucrania el tiempo que sea necesario”, y eso a pesar de las enormes distancias que nos separan, no sólo geográficas, sino también culturales, hasta que venza a la Federación de Rusia, que es el coco para el sociata.

Al mismo tiempo la vicepresidenta primera del Gobierno que padecemos, Nadia Calviño, manifestó en unas declaraciones a la Agencia EFE, así llamada por ser la F inicial de Franco y de Falange, no lo olvidemos, que el reino de España entregará una garantía de cien millones de euros al Banco Mundial para “financiar infraestructuras de salud en Ucrania”. Una gran generosidad por su parte, cuando la sanidad se halla en pie de guerra en varias comunidades autónomas del reino, por reclamar menos horas de trabajo y mayores salarios, así como otras medidas asistenciales. Ya podían los sociatas que nos desgobiernan arreglar los problemas del reino, antes de atender a los ucranianos.

Por su parte el ya citado representante de la Política Exterior Europea, Josep Borrell, intervino el mismo día ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para asegurar que todos los países miembros del organismo deben enviar armamento y municiones a Ucrania para que continúe su política belicista y derrote a la Federación de Rusia.

Así actúa la diplomacia del reino de España: trata por todos los medios de prolongar la operación militar en suelo ucraniano, para favorecer a la industria fabricante de armas, principalmente estadounidense. Los sociatas aseguran cínicamente que desean un pronto final del conflicto, pero envían constantemente toda clase de armamento a los ucranianos de modo que puedan continuar las operaciones militares.

Qué diferente resultó la intervención ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el mismo día 23, del ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Peter Szijjártó, cuando manifestó: “Ni la entrega de armas a Ucrania ni las sanciones a Rusia salvan vidas, sino al contrario, contribuyen a la prolongación del conflicto y añaden más sufrimiento a la población.” Es un razonamiento de sentido común. Por eso no pueden entenderlo los políticos españoles al servicio de la OTAN. Menos mal que este año hay elecciones generales.

Arturo del Villar, presidente del  colectivo republicano tercer milenio.

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