Presentado por Edmundo Fayanas profesor de historia
Germana era admirada por su gran belleza y muchos intentaron acercarse a ella en el

plano sexual. Sin embargo, el rey Fernando no se andaba con rodeos sobre este tema. Así, el vicecanciller de Aragón, Antonio Agustín fue mandado a la cárcel “por haber requerido los amores de la reina Germana”. Fue encarcelado en la prisión de Simancas.
Fernando era muy mayor y su potencial sexual había disminuido, solicitaba a sus médicos brebajes vigorizantes para así poder atender y satisfacer las necesidades de su joven esposa y también para poder procrear el hijo ansiado que asegurara la continuidad dinástica. Las hierbas, que tomaba, ern potentes viagras, como “la mosca española” o testículos de toro y que había que tomar en cantidades muy moderadas.
Los resultados de estos brebajes fueron nefastos para su salud, hasta el punto que estuvieron a punto de llevarle a la muerte y le provocaron grandes secuelas físicas que le acompañaron en sus últimos días de vida. Estos productos le producen una fuerte hemiplejia, que le desfiguran la cara.