Que enseña en Pantin (París) música y español,
mientras espera la llegada de la Niña Bonita.
Con tu voz, Rose-Marie, ¡tan castellana!,
renuevas en París nuestra impaciencia
para perseverar la resistencia
por la legalidad republicana.
Juglaresa de estirpe miliciana,
reclama con valor la independencia
de esta España perdida en decadencia
por causa de una guerra muy lejana.
Tus cantares de gesta son verdades
que sacan de la historia sus lecciones,
siempre España perdida en falsedades.
Cuenta a los parisienses en canciones
que demandamos nuestras libertades:
no ser vasallos más de los borbones.
Arturo del Villar, poeta republicano.